FIGURAS LITERARIAS
Figura literaria
Substitución a través de la metáfora: «¡Vienen los caballos del mar!», Jean Tardieu (La gran marea de primavera). Óleo (1893) de Walter Crane.
Las figuras literarias son formas no convencionales de
utilizar las palabras, de manera que, aunque se emplean con sus
acepciones habituales (a diferencia de lo que ocurre en los tropos),
se acompañan de algunas particularidades fónicas, gramaticales o
semánticas, que las alejan de ese uso habitual, por lo que terminan por
resultar especialmente expresivas. Debido a esto, su uso es
característico, aunque en modo alguno exclusivo, de las obras literarias.
De forma coloquial, reciben también los nombres de recursos literarios, estilísticos, retóricos o expresivos y el de figuras retóricas o del discurso, etc.
Las figuras, junto con los tropos, constituyen dentro del ámbito de la retórica uno de los formantes básicos del ornatus retórico, el constituyente principal de la elocutio.
Las figuras literarias se dividen en dos grupos: las figuras de dicción y las figuras de pensamiento.
Figuras de dicción
Las figuras de dicción afectan primordialmente a la forma de las
palabras, aunque en ocasiones inciden también sobre el significado. Se
distinguen cuatro categorías: figuras de transformación, figuras de repetición, figuras de omisión y figuras de posición.
Figuras de transformación
También llamadas metaplasmos1
consisten en la utilización de formas léxicas que serían, en teoría,
incorrectas en la lengua ordinaria. Las más conocidas de estas figuras
son las licencias métricas.
Las figuras de transformación son las siguientes: prótesis, epéntesis, paragoge, aféresis, síncopa, apócope, diástole o éctasis, sístole, dialefa, sinéresis, sinalefa, ecthlipsis y metátesis.
Figuras de repetición
Las figuras de repetición consisten en el uso de elementos lingüísticos (fonemas, sílabas, morfemas, frases,
oraciones...) que ya habían sido usados en el mismo texto. La
repetición no tiene por qué ser necesariamente exacta, por lo que en
muchas ocasiones se dan casos de semejanza o igualdad hacia un mismo
producto o palabra.
Las figuras de repetición son las siguientes: , anadiplosis, gradación, epanadiplosis, polisíndeton, annominatio (paronomasia, derivatio, figura etimológica, diáfora, políptoton), traductio, equívoco/antanaclasis, paralelismo (isocolon, parison, correlación), quiasmo y commutatio/retruécano.
Figuras de omisión
Las figuras de omisión consisten en la supresión de un elemento
lingüístico y necesario, en teoría, para la construcción del texto. Su
uso tiende a aligerar la expresión.
Las figuras de omisión son las siguientes: asíndeton, elipsis, zeugma, silepsis, reticencia o aposiopesis, braquilogía y paralipsis (también llamada preterición o pretermisión).
Figuras de posición
Las figuras de posición son aquellos procedimientos que se basan en la alteración del orden normal de las partes de la oración.
Las figuras de posición son las siguientes: hipérbaton, anástrofe, tmesis y synchysis/mixtura verborum.
Figuras de pensamiento
Las figuras de pensamiento afectan principalmente al significado de las palabras. Se distinguen las siguientes categorías: figuras de amplificación, figuras de acumulación, figuras lógicas, figuras de definición, figuras oblicuas, figuras de diálogo, figuras dialécticas' (o de argumentación) y figuras de ficción.
Figuras de amplificación
Aunque la, en latín, amplificativo, no es tanto un desarrollo más por extenso de una idea sino más bien su realce (por un uso especial de la entonación, por ejemplo), en la práctica las figuras de amplificación incluyen técnicas de alargamiento de los contenidos de un texto.
Las figuras de amplificación son las siguientes: expolitio, interpretatio, paráfrasis, isodinamia, digresión y epifonema.
Figuras de acumulación
Las figuras de acumulación son procedimientos que buscan la adición de elementos complementarios a las ideas expuestas.
Figuras lógicas
Las figuras lógicas son procedimientos que tienen que ver con las
relaciones lógicas entre las ideas dentro de un texto; de forma
especial, se considera la relación de contradicción o antinomia, por lo que la figura lógica por antonomasia es la antítesis. Como variantes de esta, se encuentran la cohabitación, la paradoja y el oxímoron.
Figuras de definición
Las figuras de definición (y descripción) se utilizan para reflejar
lingüísticamente la esencia o apariencia de los temas tratados
(personas, objetos, conceptos...).
Las figuras de definición y descripción son las siguientes: definitio, prosopografía, etopeya, pragmatografía, topografía, cronografía, retrato, evidentia y demonstratio.
Figuras oblicuas
Las figuras oblicuas designan de forma indirecta una realidad
utilizando las palabras en sentido apropiado. Constituyen la frontera
con los tropos.
Las figuras oblicuas son las siguientes: perífrasis o circunloquio, lítotes o atenuación, y preterición o paralipsis.
Figuras de diálogo o patéticas
Las figuras de diálogo son las propias del estilo directo,
pues subrayan el carácter comunicativo del discurso. Se denominan
también figuras patéticas pues pretenden incidir afectivamente en el
destinatario.
Las figuras de diálogo son las siguientes: apóstrofe / invocación, exclamación, interrogación retórica, optación y deprecación.
Figuras dialécticas
Las figuras dialécticas o de argumentación son las propias de los debates dialécticos (la disputatio, en latín); se trata de técnicas argumentativas.
Las figuras dialécticas son las siguientes: concessio, correctio, dubitatio, communicatio, conciliatio y distinctio / paradiástole; pueden, además, incluirse aquí las llamadas probationes argumentativas, o pruebas expuestas por el orador para defender su argumentación: simile, argumentum y sententia.
Figuras de ficción
Las figuras de ficción permiten presentar como reales situaciones imaginarias.
Las figuras de ficción son las siguientes: personificación / prosopopeya, sermocinatio / idolopeya y subiectio / percontatio.
Sinonimia (semántica)
Para otros usos de este término, véase sinonimia.
La sinonimia es una relación semántica de identidad o
semejanza de significados entre determinadas expresiones o palabras
(llamadas sinónimos). Por tanto, sinónimos son expresiones o palabras
que tienen un significado similar o idéntico entre sí, y pertenecen a la
misma categoría gramatical. Por ejemplo, sinónimos de desastre son
calamidad, devastación, ruina, catóstrofe y cataclismo.
La sinonimia estricta es muy rara en las lenguas, y suele darse por
la existencia de formas dialectales coexistentes, o en formas léxicas
del mismo significado pero usadas en contextos diferentes. La sinonimia
parcial es mucho más frecuente.
Clases de sinonimia
- La sinonimia total. se da cuando dos términos son totalmente
intercambiables en un mismo contexto. Dicha sinonimia total es muy poco
frecuente (ejemplos: esposo / marido). Es mucho más frecuente la
sinonimia parcial que se da cuando dos términos son intercambiables en
un determinado contexto pero no en otros:
Hoy Pedro ha venido alterado del trabajo
(en este contexto alterado, tiene sinonimia parcial con nervioso).
Hemos alterado el orden de los ejercicios
(en este contexto alterado, puede ser cambiado por modificado, sinonimia parcial).
Como se puede observar, nervioso y modificado son sinónimos parciales de alterado, pues cada uno es válido para determinados contextos. Sin embargo, en el primer ejemplo no es posible substituir alterado por modificado (sin cambio de significado) ni en el segundo alterado por nervioso.
Específicamente las clases de sinonimia reconocida son:
- Sinonimia conceptual. Los términos relacionados remiten
al mismo referente y significan exactamente lo mismo (a veces puede
haber una cierta preferencia de un dialecto por una forma y la
preferencia opuesta en otro dialecto). Por ejemplo:
asno - borrico
marido - esposo
alberca - piscina
odontólogo - dentista
- Sinonimia referencial. Los términos relacionados remiten al
mismo referente pero no significan lo mismo, no presentan exactamente
los mismos rasgos
significativos. Por ejemplo:
limonada - bebida
mesa - mueble
RECURSOS léxico-semántico Se llama cambio léxico-semántico al cambio lingüístico experimentado en la evolución histórica del componente léxico-semántico de un idioma. De los componentes del lenguaje, el léxico-semántico es el más propenso al cambio porque refleja de forma muy clara las modificaciones y transformaciones (técnicas, psicológicas, sociológicas, epistemológicas...) propias de la Evolución cultural de las culturas humanas, con independencia de que el léxico básico permanezca inalterado.
Hay varios factores que cooperan para que se produzca este fenómeno:
- el proceso de transmisión del lenguaje.
- la falta de fijeza y vaguedad del significado.
- la facilidad de las palabras para desviarse o desvincularse de su significado originario.
- el fenómeno de la polisemia.
- la ambigüedad semántica de muchas palabras no resuelta ni siquiera por el contexto.
Clasificación de los cambios léxico-semánticos
Dado un concepto o noción fija, se denomina cambio léxico al
cambio de la palabra habitualmente usada para designar ese concepto o
noción (por ejemplo la 'cabeza' o parte del cuerpo sobre los hombros en
muchas lenguas romances pasó a ser denominada mediante derivados de
testa 'maceta' en referencia a la metáfora usada para designar al
cráneo). En cambio, dada una palabra fija, se llama cambio, cambio semántico
a la modificación del significado de una palabra, mediante ampliación
de los usos a otros conceptos similares (generalización y metáfora, por
ejemplo en latín caballus se refería al tipo de caballos fuertes usados
en el ámbito rural y se usó más adelante para 'caballo en general') o
reducción de los usos (restricción: en inglés deer se refería
originalmente a un 'animal salvaje' y deriva de la misma raíz
indoeuropea que cognado latino fera 'fiera', pero posteriormente pasó a
desingnar sólo 'ciervo, venado'). Con frecuencia un cambio léxico supone
simultáneamente un cambio semántico en las otras palabras de
significado que interfieren con la primera. Una clasificación tentativa
de los cambios semánticos los divide en cambios:
- lógico-cuantitativos:
- por ampliación de sentidos, es decir, cuando se une un nuevo sentido a un significante; por ejemplo, el adjetivo bárbaro, que se aplicó a quien chapurreaba un idioma, amplió su sentido al de extranjero y, más tarde, al de salvaje, cruel, no refinado, etc.
- por restricción de los significados, esto es, cuando un significado abandona un significante, ya sea por mejoramiento, ya por empeoramiento del sentido.
- cualitativos:
- desarrollos peyorativos: villano > ruin; rústico > basto.
- desarrollos meliorativos: fortuna; gener = torturar > "irritar o molestar"; cadentia > caída, "tropezar".
Causas de los cambios semánticos
Muchas son las causas que pueden originar los cambios léxico-semánticos.
Lo que parece cierto es que estos cambios no tienen lugar en las
palabras aisladas sino en las palabras o unidades léxicas como miembros
de campos semánticos. La desviación individual es probablemente una de
las causas más probables del cambio. Esta desviación está causada a
veces por errores repetidos, por ejemplo, el constante uso del verbo
prometer por asegurar, o el de detentar por ostentar, o por necesidades
expresivas, de ironía, de juego de palabras, de énfasis, de prestigio
social, etc., muchas veces basada en la analogía.
- Causas lingüísticas: las palabras que integran el contexto facilitan el cambio: lat. re(m) = 'cosas' > fr. ríen = 'nada'; lat. passu(m) = 'paso' > fr. pas = 'no'; lat. iam + magis > jamais > 'jamás' (de non iam magis).
- Causas históricas: son estas la evolución social, las transformaciones de la civilización, la evolución de la vida y la aparición de realidades nuevas que hacen que las palabras cambien: pluma, república, retrete...
- Causas sociales: se concretan fundamentalmente en la presencia de determinadas innovaciones introducidas por grupos sociales o políticos. Estas innovaciones provocan cambios en la semántica de las palabras: plural - pluralismo; tema - asunto; cortocircuito;
- Causas psicológicas: el significado de ciertas palabras es
alterado por el hombre debido a razones emotivas o mentales. En tal
sentido, es muy frecuente que acudamos a metáforas y a analogías para
denominar ciertas cosas y ser más expresivos:
- el tabú: esta palabra fue introducida en el inglés por Cook de la Polinesia. Significa lo sagrado, lo prohibido, lo que esté rodeado de un temor santo, lo que es peligroso o misterioso. Se parte del hecho de que hay numerosas realidades tabúes y que las palabras que las designan no se pronuncian, el hombre trata de evitarlas ya que son palabras prohibidas. De aquí se deriva el elemento sustitutor de esta palabra: el eufemismo (bien dicho), que implica un recubrimiento, un velo, una dulcificaci6oacuten o una referencia indirecta al tabú. Hay diferentes tabúes que varían de unas culturas a otras. El más universal es el religioso.
Clasificación psicológica de los cambios semánticos
En el cambio de significados de las palabras desempeñan un papel
varios factores, unos de naturaleza extralingüística, otros derivados
del doble plano del signo lingüístico (significado/significante), y
otros que tienen que ver con la psicología de los hablantes y de su
actitud frente al lenguaje. Si tenemos en cuenta este último punto, se
puede elaborar una clasificación psicológica de los cambios semánticos
basada en las asociaciones o relaciones que los hablantes establecen
entre los significantes o los significados de las palabras.
Estas asociaciones pueden ser:
- de contigüidad o proximidad:
- - elipsis: proximidad de significantes: le lanzó un (tiro) directo; vamos al (cine) Capitol; marchamos en el (tren) Talgo;
- - metonimia: proximidad de significados: póngame un Rioja; nos sirvieron tres tazas;
- de semejanza:
- - metáfora: semejanza de significados: pata de mesa, cresta de una ola, cuello de botella;
- - etimología popular o error auditivo: ciertas semejanzas entre los
significantes de algunas palabras: necromancia - nigromancia; vagabundo -
vagamundo.
Perífrasis (retórica) La perífrasis o circunloquio es una figura retórica que consiste en utilizar más palabras de las necesarias para expresar una idea o concepto.
Su función es evitar una expresión estereotipada o común utilizando palabras que la evocan sin citarla expresamente. La perífrasis pertenece al grupo de las figuras de pensamiento, es una de las figuras oblicuas consistente en designar de forma indirecta un concepto a través de un conjunto de sus características.
Fundamentalmente se trata de dar un rodeo para evitar una expresión estereotipada o común más usual, utilizando para ello varias palabras que la evocan sin citarla de forma expresa.
Ejemplos:
El rey de la selva (El león).
La cima del mundo (La cumbre del Everest).
Perífrasis verbal
Se llama perífrasis verbal o frase verbal a un tipo de perífrasis compuesta de al menos dos formas verbales: una forma finita llamada auxiliar y otra forma o "verbo principal", frecuentemente no finita, llamada verboide. Además es frecuente que entre las dos exista algún tipo de nexo o adposición. Las perifrasis son, por tanto, construcciones sintácticas de dos o más verbos que semánticamente expresan matices de aspecto o modalidad de la acción verbal que no acoge la conjugación regular y que generalmente no pueden expresar formas sintéticas más simples.
En el español hay unas ciento cuarenta perífrasis; las estadísticamente más usadas son ir a + infinitivo, estar + gerundio, poder + infinitivo, deber + inf., deber de + inf., tener que + inf. y haber de +inf.
Introducción, ejemplos y modos de uso
Una perífrasis verbal es una secuencia sintáctica formada por un auxiliar y algunas formas verbales adicionales que le dan el significado léxico. En esta secuencia el "auxiliar" funciona como núcleo sintáctico del sintagma de tiempo. El "verbo principal" es una forma no personal, también llamada verboide, ya sea infinitivo, gerundio o participio, actúa como n6uacutecleo sintáctico de un sintagma verbal. Al ser el "verboide" el núcleo del sintagma verbal es quien rige los complementos de la expresi6ocuten y determina en mayor medida el significado de la perífrasis verbal.
La mayor parte de las perífrasis unen ambos verbos con un nexo; si este existe, suele ser una preposición o conjunción, como en he de volver o tengo que marchar, aunque también existen perífrasis verbales sin ese nexo, como estar + gerundio, deber + infinitivo o poder + infinitivo. En castellano existen unas cuarenta perífrasis verbales del tipo (verbo auxiliar) + (preposición o conjunción) + (infinitivo, gerundio o participio).
Clases de perífrasis verbales
El sistema perifástico de cada lengua permite aportar matices de aspecto o de modo verbales que la conjugación ordinaria no es capaz de precisar o matizar. El aspecto es el tiempo interior de la acción o la fase de su desarrollo interno que se subraya o destaca; el modo , la forma en que se ve implicado el sujeto en la acción o la intención psicológica dominante de éste ante ella.
La conjugación regular del castellano, por ejemplo, acoge los aspectos perfecto o perfectivo (acción acabada) e imperfecto o imperfectivo (acción inacabada), y los modos indicativo (modo de lo real u objetivo), subjuntivo (modo de lo irreal o subjetivo) e imperativo (modo del mandato o el ruego); sin embargo, no acoge los matices aspectuales de la inminencia, el comienzo, el desarrollo, la interrupción, la reanudación, la consecución, la terminación, el resultado, la repetición, la habitualidad, la retrospección y la prospecciún; las perífrasis verbales aspectuales aportan esos matices de aspecto. También existen perífrasis verbales de modo o modales que matizan psicológicamente la acción otorgándole apariencia de posibilidad, probabilidad, capacidad y obligación objetiva o subjetiva.
Perífrasis verbales en español
La perífrasis está constituida por un verbo conjugado y uno no conjugado.
- La forma conjugada transmite información morfológica: persona, número, modo, tiempo, aspecto. Es el verbo auxiliar.
- La forma no conjugada, no finita o verboidal da el significado del evento y organiza los complementos, los adjuntos y el sujeto.
Estructura simplificada
Son construcciones verbales que está compuestas por dos verbos, uno está conjugado y el otro en
forma no personal. Tras unirse en un solo verbo modifican el aspecto y añaden matices al verbo en
forma no personal de la perífrasis. El verbo conjugado suele carecer de informaci&oacuuten semántica al
sufrir un proceso de gramaticalización.
Las posibles estructuras de los distintos tipos de perífrasis son:
Verbo conjugado + (nexo "que, de, por, ...": tan sólo en caso de que le siga un infinitivo) + verbo en
infinitivo/en participio/en gerundio
Algunos ejemplos:
Perífrasis de infinitivo
- Tener que / deber / + estudiar
- Soler leer
Perífrasis de participio
- llevar leído
Perífrasis de gerundio
- permanecer corriendo
Verbos auxiliares
Aportan modificaciones de índole gramatical: tiempo, modo o aspecto. Carece de estructura
argumental. No pueden ser modificados por adjuntos (* Ayer Juan debía salir hoy de viaje). No
puede ser negado independientemente del verbo principal (* no vas a no cantar)
- El único verbo plenamente auxiliar es soler.
- Los verbos con usos auxiliares pueden perder su significado original o mantenerlo. Hay una diferencia gradual en la conservación del significado original. Esto depende de la gramaticalización del verbo, cuanto más gramaticalización, menos significado original mantendrá.
- [Hay que salir] o {obligación}: este matiz está dado por toda la construcción. El significado de ‘hay’ en [hay que salir] difiere del de [hay pan] o {existencial}
- [Terminó por entrar]. Hay un resabio de la idea de {finitud} del verbo ‘terminar’ como en [terminó por trabajar]
- [Empezó a jugar]. El verbo auxiliar presenta un significado muy próximo al de ‘empezar’ en construcciones no perisfrásticas.
Propia de Hispanoamérica es la perífrasis "tener + gerund.", equivalente a la castellana "llevo +
gerund.": Tengo viviendo allí diez años, tengo varios años trabajando en esta empresa, y al
habla coloquial de México, Centroamérica, Río de la Plata y área andina pertenecen expresiones
como me vive repitiendo que..., mi mamá me vive diciendo que tenga cuidado en la calle.
Formas verbales atemporales
Imponen la estructura argumental
Participio, infinitivo o gerundio. Puede haber una preposición en el medio.
- Participio
a. invariable – de tiempo compuesto: siempre flexiona con /-o/ en la perífrasis con haber +
participio: ella ha salido, él ha pintado , "él ha corrido"
b. pasiva - variable en género y número en la perífrasis con ser + participio: ella es pintada por...,
es comprendido por
c. frase verbal con participio: te tengo dicho que te calles
- Infinitivo
/-ar/, /-er/, /-ir/: suele salir, puede llover, va a cantar
- Gerundio
él está comprendiendo, está lloviendo, lleva mirándola dos horas
Estrategias de identificación
- Conmutación léxica. Reemplazo del lexema verboide por otro del mismo subtipo. Sofía ha salido -> Sofía ha dejado el lugar.
- Las perífrasis no admiten conmutación estructural. La conmutación estructural es el reemplazo de una palabra por una construcción con otra conexión. Mediante este cambio el significado se vuelve inaceptable o cambia totalmente. Hay dos tipos de conmutaciones estructurales:
- construcción con que
- cambio de verboide por otra clase de palabra (el auxiliar deja de serlo) Ella ha salido -> 1. * Ella ha que sale 2. * Ella ha salidora
- Las perífrasis con verboide transitivo admiten derivación en pasiva.Se confirman los distintos grados de gramaticalización de los auxiliares: hay ciertas formas que presentan cierta inaceptabilidad por su escaso uso, por ejemplo la pasivización del gerundio. Alicia ha pintado la pared -> La pared ha sido pintada por Alicia
- No admiten la coordinación entre el auxiliar y el verboide
- Alicia ha pintado la pared => * Alicia ha y pinta
- Alicia suele comprender la lección => * Suele y comprender
- Él está comprendiendo la lección => * Está y comprendiendo
- No puede haber intercalaciones entre el auxiliar y el verboideAunque en el lenguaje
hablado suceda este fenómeno. Cuanto más alta la gramaticalización, menor el grado de
intercalación. Esto nos informa respecto del grado de densidad semántica entre el auxiliar y el verboide.
- Alicia ha pintado la pared => * Alicia ha evidentemente pintado la pared
- Alicia suele comprender la lección => Alicia suele naturalmente comprender la lección
- Él está comprendiendo la lección => * Él está claramente comprendiendo la lección
- No es posible la pronominalización enclítica en segunda posición
- Le ha dicho => * Ha díchole
Lista de perífrasis verbales del castellano (criterio semántico)
Las lenguas románicas se hallan lejos de expresar los múltiples matices aspectuales y modales del sistema verbal árabe, pero no le van en zaga mediante el recurso a las perífrasis verbales para lograr una precisión semejante o igual.
Entre las perífrasis aspectuales (cómo es vista la acción por el hablante; resaltan una fase del desarrollo de la acción verbal), se tienen:
- las aspectuales ingresivas indican una acción que está a punto de empezar (estoy a punto de/voy a estudiar)
- las aspectuales incoativas indican una acción que empieza en el momento que se dice (empiezo a estudiar);
El manifestante fue detenido -> El manifestante fue encerrado
Alicia suele salir -> Alicia suele pasear
Él está comprendiendo -> Él está entendiendo
Suele pasear -> 1. * Suele que pasea 2. * Suele paseo
El manifestante fue detenido -> 1. * El manifestante fue que detenido 2. [El manifestante fue simpático] cambia significado
Él está comprendiendo 1. * Él está que comprendiendo 2. Él está comprensivo – [Él está así] cambia significado ‘estar’
Alicia suele comprender la lección -> La lección suele ser comprendida por Alicia
él está comprendiendo la lección -> La lección está siendo comprendida por él
La diafora (dal greco di´, attraverso, e phéro, porto), detta anche distinctio, e una figura retorica che si presenta quando una
parola viene ripetuta all'interno di una frase,
con cambiamento o enfatizzazione di significato.
È simile alla aequivocatio, in cui vengono ripetute parole diverse
che hanno lo stesso suono
(per esempio "amare" come infinito di "amo" e
come plurale femminile di "amaro") e all'antanaclasi, la figura retorica
in cui una frase viene ripetuta attribuendole di volta in
volta significati diversi.
Esempi
Cambiamento di senso:
- Quell'arte che fa parer uomini gli uomini (Leopardi)
- Il cuore ha le sue ragioni che la ragione non conosce (Pascal)
Enfatizzazione di senso:
- Gli affari sono affari
- La mattina seguente Don Rodrigo si destò Don Rodrigo (Manzoni).
Antonomasia
es una sinécdoque que consiste en poner el nombre apelativo por el propio, o el propio por el apelativo.
La antonomasia es una forma particular de la metonimia.
La locución adverbial «por antonomasia»,», según el DRAE
significa que a determinado sustantivo le conviene el calificativo más
usual con que se le conoce por ser el más famoso o paradigmático de los
de su clase. Ejemplos: la anticonceptiva es la píldora por antonomasia o
la demanda es el acto de iniciación procesal por antonomasia.
En retórica
En retórica, antonomasia es la sustitución de un nombre propio
por una expresión, tal como «la Ciudad Eterna» por Roma. El proceso
inverso, también es a veces nombrado como antonomasia. Mediante el uso
del recurso de estilo conocido como antonomasia, se utiliza un atributo
característico —aunque generalmente no privativo— de una entidad
individual, para poder particularizarla. Ese atributo asume entonces la
función de nombre propio y, de hecho, a veces sustituye el nombre
original.
Un ejemplo muy frecuente de antonomasia ocupado durante la Edad
Media y en los inicios del Renacimiento fue el uso del término «el
Filósofo» para referirse a Aristóteles. Un ejemplo más reciente que el
anterior del uso de arquetipos fue cómo los periodistas estadounidenses
en los años treinta llamaban «solones» a los legisladores, en honor al
legendario Solón, legislador de Atenas.
De igual manera, la antonomasia funciona en la dirección
contraria, utilizando el nombre propio de personas o entidades
individuales como generalización de atributos comunes por los cuales
aquellas eran conocidas, y actuando así en funciones de nombre común.
Por ejemplo, de un dictador sanguinario como Pol Pot, podría decirse que
es «un Hitler». A este subtipo de antonomasia se la conoce con el
nombre de «antonomasia vossiana», por haber sido establecida
modernamente por Gérard Jean Vossius (o Gerhard Jan Voss).
Las antonomasias, a pesar de ser sustantivos comunes, se escriben con mayúsculas, debido a que funcionan como nombres propios.
En el lenguaje periodístico actual es muy común acudir a un uso
abundante de expresiones antonomásticas y clichés, siendo ésta una
notable característica distintiva de ese registro del lenguaje. La
generación mediática de antonomásticos es constante y difundida tanto
por medios escritos como audiovisuales.
Siendo lugares comunes del habla, los antonomásticos vienen dados
por la cultura nacional de los distintos países, su mundo periodístico,
su tradición literaria, etc. Sin embargo existen antonomásticos que son
ampliamente compartidos internacionalmente, especialmente en el
lenguaje escrito. Por ejemplo, «Ciudad Luz» para referirse a París.
Hipérbole es un recurso literario que consiste en aumentar o
disminuir cualidades o acciones, de tal forma que el que reciba el
mensaje le otorgue más importancia a la cualidad de dicha acción.
Figura retórica
La hipérbole es una figura literaria que consiste en una exageración
intencionada con el objetivo de plasmar en el interlocutor una idea o
una imagen difícil de olvidar. Los grandes maestros literarios de la
historia han recurrido a menudo a esta figura literaria. Un ejemplo de
ello es Graci6aacuten cuando dice: Devoró libros, pasto del alma.
Otros ejemplos:
Hype mediático
Se le llama hype (del inglés hyperbole) a un producto
mediático -como una banda musical, una película o un artista-, que ha
tenido una sobrecobertura por parte de la prensa o una excesiva
publicidad, obteniendo de esta manera una popularidad altísima
independiente de la calidad del producto. En t&eracuterminos de
moda, un hype es el producto que aspira a tener cualquier empresa, el
hecho de crear tendencia generando la necesidad en los clientes.
En retórica, la gradación (o clímax) es una figura
literaria de repetición que, en origen, consistía en un encadenamiento
exclusivamente formal de las palabras (por ejemplo, palabras en versos o
frases sucesivas terminadas en las mismas sílabas). No obstante,
terminó derivando en una colocación de elementos en un orden ascendente o
descendente desde el punto de vista semántico (tratándose de un orden
descendente, se llama anticlímax), de manera que las ideas aparezcan encadenadas firmemente.
Ejemplos:
Ascendente:
- Aspiro siempre a lo bello, lo perfecto, lo sublime...
- Referencia:3
Descendente (anticlímax):
- ¿De qué sirve sembrar locos amores,
- si viene un desengaño que se lleva
- árboles, ramas, hojas, fruto y flores?
Un pleonasmo es una expresión en la que aparecen uno o más términos redundantes (por ejemplo: sal para fuera).
Ejemplos
Algunos ejemplos típicos de pleonasmo son:
Lo vi con mis propios ojos.
¡Métete adentro!
Sube para arriba.
Ven aquía.
Baja para abajo.
Sal para afuera.
Entra para adentro.
Un viejo anciano.
Regalos gratis.
Lava volcánica
Lapso de tiempo.
Lo vi con mis propios ojos.
¡Métete adentro!
Sube para arriba.
Ven aquía.
Baja para abajo.
Sal para afuera.
Entra para adentro.
Un viejo anciano.
Regalos gratis.
Lava volcánica
Lapso de tiempo.
Uso del pleonasmo
En algunos casos el pleonasmo tiene valor expresivo y se utiliza como
recurso estilístico, como sucede en estos ejemplos, tomados de sendos
romances tradicionales:
Allí arriba en aquel cerro
hay un lindo naranjel
que lo cría un pobre ciego,
pobre ciego que no ve.
(Romance de la huida a Egipto)
Te echaré cordón de seda
para que subas arriba;
si la seda no alcanzare,
mis trenzas añadiría.
(Romance del enamorado y la muerte)
Allí arriba en aquel cerro
hay un lindo naranjel
que lo cría un pobre ciego,
pobre ciego que no ve.
(Romance de la huida a Egipto)
Te echaré cordón de seda
para que subas arriba;
si la seda no alcanzare,
mis trenzas añadiría.
(Romance del enamorado y la muerte)
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